El privilegio de morir, hoy, de viejo…

  Hoy en día, morir de viejo es todo un privilegio. No cualquiera. Muchos son los que se van sin siquiera haberlo podido intentar. Hoy vuelve a ser frecuente que te despojen arteramente de esos muchos años que podrías haber tenido por delante. ¿Muchos? ¿Qué tanto es mucho, qué tanto poco? Quizás “mucho” es igual… Continuar leyendo

El dolor, mi fiel compañero…

Mañana cumplo años y no sé cómo sentirme al respecto. Apapachado por prietita y el Pichicuaz, hoy ya son 13 días que paso en cama en medio de la desaparición de Gabo, las tormentas de granizo y el temblor de ayer, y todo parece indicar que mañana seguiré, básicamente, en posición horizontal. Nada grave, por… Continuar leyendo

En muletas, acompañado de Tomás, mi viejo amigo…

Cuando Tomás entró por la puerta, un caudal de recuerdos se hizo presente. Nos conocimos cuando éramos becarios en El Colegio de México hace poco menos de treinta y seis años. Yo acababa de regresar de Alemania, donde cursé la prepa e hice mis estudios universitarios de pedagogía, y él provenía de Argentina. En poco… Continuar leyendo

El viejo sueño de ser, además de editor, librero…

Siempre quise ser librero. Quizás es un sueño de muchos de los que nos desenvolvemos en un entorno cultural. Mi padre, encuadernador, montó su pequeño taller en la Calle de San Luis Potosí, en la Colonia Roma. A un lado estaba una vieja librería, cuyo nombre no recuerdo, y cuadras más adelante, sobre Avenida Sonora,… Continuar leyendo

Postrado y con muletas…

Nunca había necesitado apoyarme en muletas para caminar, como hoy lo estoy haciendo. Quizás lo que hice semanas atrás fue una premonición, cuando compré un bastón de madera. Noemí me preguntó que para qué lo quería. Le conté que una vez, hace muchos años, compré uno en España para apoyarme en mis largas caminatas. También… Continuar leyendo

Este no es mi Milenio, pero cómo agradezco la Primavera…

Siento que los libros y la primavera se llevan bien. Quizás es una percepción muy personal. A lo largo de mi vida he sufrido cada vez más los inviernos. Cuando llega el otoño, comienzo a presentir nubarrones en mi estado de ánimo. Ya desde mediados de año veo con preocupación cómo se acercan esos aciagos… Continuar leyendo

La terraza de mi casa, donde crece la literatura…

Revisaba hoy mis pendientes, particularmente los derivados del Coloquio sobre el Futuro del Libro, cuando me entró una renovada euforia primaveral. Después de ver ayer al Pichi tan entusiasmado con las nuevas plantas, me lancé de nueva cuenta esta vez a comprar cuatro costales de tierra preparada, así que encaminé mis pasos hacia los Viveros… Continuar leyendo

“Para Eliza”, una obra de teatro en la sala de mi casa…

Despierto de la borrachera teatral a la que “Para Eliza” nos condujo, esa estupenda obra de Xavier Villanova que tuvo lugar ayer por la noche en la sala de nuestra casa. Se trató de la vigésima representación de un intenso drama que tiene lugar no en la sala de un teatro, sino en la de… Continuar leyendo