Sin WiFi no hay paraíso (en época de Covid)

Realmente no pensábamos tomarnos vacaciones en esta época de Covid, pero el agotamiento acumulado se hizo presente y nos unimos a los demás solariegos y ermitaños. El primer día, ayer, fue agotador. Decidí poner en orden el desbarajuste que se armó desde que cambiamos de proveedor de Internet. Como los aparatos conectados al wifi se han multiplicado (computadoras, tabletas, celulares, tv y decodificadores además de luces y bocinas entre otros chunches), el correcto funcionamiento de los routers es fundamental. Antes era fácil: llamaba al encargado de soporte técnico y dejaba que se hiciera bolas. Ahora, como nadie entra a estos espacios, no me queda más que poner manos a la obra. Primero decidí formatear la computadora de Noemí, que estaba hecha un desmadre. Suponíamos que toda su información estaba respaldada en la nube, pero de por si las moscas decidí hacer un respaldo adicional. Resultó imposible. Así que puse changuitos y le di cran. Pasé una noche de desvelo cuidando los procesos. Finalmente, amanecimos con la computadora como nueva. Toda la información estaba en su lugar. La nube es una maravilla. Lo siguiente fue cambiar los routers de lugar, pues presumía que uno de los puertos RJ45 de uno de ellos estaba dañado. El despelote se agravó. Así que tras unas horas de prueba y error decidí regresar las cosas a como estaban, con algunas pequeñas modificaciones. Resultado: todo comenzó a funcionar mejor. De hecho casi impecablemente. Pero el primer día de vacaciones resultó más estresante que los días previos de trabajo bajo circunstancias pandémicas. No pude hacer ejercicio, pero la chinga de estar cargando cosas y arrastrándome para desconectar y conectar cables me dejó igual de cansado. Hoy sí pude descansar, aunque repasé y anoté mis pendientes más apremiantes en una app que es implacable. Nada más de verlos me estreso. Noemí también ha estado tratando de descansar, aunque la salud de su papá la tiene muy angustiada. La que la lleva tranquila, con leves crisis comprensibles, es Nimue. Estos días de vacaciones la han desvinculado de sus amiguitos a los que suele ver virtualmente, lo que la aliviana enormemente. Mientras, el Pichicuaz y el Bukowski han estado inusualmente tranquilos, ante la ausencia de la Frida que entró en celo y se fue a vivir estos días con Margarita y que mañana regresa. Eso sí, se divierten como enanos viéndome reptar por el suelo mientras me arrebatan los cables o se ponen a jugar con tuercas y tornillos que luego tengo que buscar como loco por todos los rincones. En fin, así las cosas en esta semana santa de pandémicas proporciones…