Los traductores y el ecosistema de nuevas organizaciones en torno al libro…

Recientemente me reuní con Arturo Vázquez Barrón y con Roberto Rueda Monreal, ambos de la Asociación Mexicana de Traductores Literarios (AMETLI). Arturo y yo nos conocemos desde el milenio pasado, es decir, desde esas épicas épocas de la Asociación de Traductores Profesionales (ATP) en los años ochenta. Días atrás él me planteó su deseo de reunirnos para explorar posibilidades de colaboración en varios terrenos, particularmente a raíz del surgimiento de la LEI (Liga de Editoriales Independientes), de la RELI (Red de Librerías Independientes) y de TE (Trabajadores de la Edición). Hablamos largo y tendido de la situación que prevalece en el medio académico, cultural, editorial y profesional y de las inquietudes que en particular tienen los traductores que han tenido dificultades para que la industria editorial escuche sus planeamientos. La intención es buscar un acercamiento con los editores independientes, agrupados ahora en la LEI, pero también con los libreros de la RELI. Yo creo que hay muchas áreas de oportunidad y colaboración y proyectos concretos que habrá que aterrizar y que tanto los compañeros de LEI como de RELI podrán analizar una vez que los aterricen y se les hagan llegar. También surgieron propuestas de colaboración con el Instituto del Libro y la Lectura, con Solar y con Ermitaño. Me alegró mucho volver a ver a Arturo y retomar esta línea de conversación y convergencia con el sector de la traducción al que pertenecí durante tantos años y que tantos buenos recuerdos me trae…