Hoy me reuní con Juan Arzoz, director general de la Fundación Santillana y presidente del consejo directivo de IBBY México, quien encabeza una de las listas que contienden por la presidencia de la CANIEM (Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana). Si bien habíamos coincidido muchas veces en actividades del gremio, no fue sino hasta el día de hoy que tuvimos oportunidad de intercambiar ideas largo y tendido.
En la pasada reunión que se celebró en la CANIEM, en la que él y Porfirio Romo, que encabeza la otra planilla para las próximas elecciones, delinearon sus respectivos programas de trabajo, tuve oportunidad de entregarle una separata de mi artículo “El libro y la lectura en tiempos de AMLO” (publicado en Quehacer Editorial 18). Juan Arzoz leyó ese documento, lo que lo motivó a buscarme para intercambiar ideas. Me explicó qué lo motivó a buscar la presidencia de la Cámara, que por cierto ya encabezó con anterioridad en el periodo 2007-2010, y cuáles serían sus acciones prioritarias.
Hablamos con apertura de infinidad de temas, como la tradicional rivalidad entre el sector de quienes publican libros de texto, y las editoriales que publican libros de interés general, y coincidimos en que hoy en día es más importante que nunca que la Cámara salga de estas elecciones fortalecida, con un programa de trabajo incluyente y cerrando filas para defender sus intereses. También hablamos de la importancia de buscar mecanismos para fortalecer a las librerías, evitar que sigan cerrando las pocas existentes, y generar incentivos para que surjan nuevas en todo el país. Hablamos de la Ley del Libro y sus pendientes, de la necesidad de impulsar una labor ininterrumpida de investigación en materia de libro y lectura que sistematice el conocimiento y cuantifique objetivamente los indicadores que más interesan a nuestra industria, de ferias del libro, de las políticas impulsadas por el nuevo gobierno, de la función de la Cámara en estas circunstancias y de infinidad de otros temas.
Fue una reunión muy agradable, en la que fluyó la conversación sin prisas y de la que salieron ideas muy interesantes. Yo creo que ambos candidatos, Juan Arzoz y Porfirio Romo, son espléndidos representantes de nuestro gremio. Tenemos aún algunos días para razonar nuestro voto. Lo cierto es que, independientemente de cuál planilla sea la favorecida, es vital que salga adelante un programa de trabajo que fortalezca y una a toda nuestra industria pues el futuro del libro y la lectura está en juego en nuestro país.