Regresamos Xiluen y yo de Expográfica, a donde fuimos a conocer nuevas soluciones tanto en materia de impresión y acabados, como de gestión de documentos. Por supuesto, hoy todo el enfoque está puesto sobre la tecnología digital. Impresionan las impresoras láser de seis o más colores por ejemplo, las que aplican barniz a registro en “3D” y, por supuesto, las de inyección de tinta de HP y Xerox destinadas a producir libros a color ya sea a partir de pliegos o rollos en bobina y que compiten en precio con tiros tanto cortos como medianos con el offset tradicional.

También la tecnología del empaque ha evolucionado de manera impresionante. Encontramos máquinas para producir desde cajas hasta carpetas para libros en pasta dura que pueden usarse desde cantidades muy pequeñas hasta para generar miles de ejemplares por día.

Por otra parte, hallamos soluciones para la gestión del volumen de documentos que tenemos en perspectiva. Si bien hoy manejamos ya la distribución de más de 12,000 títulos en impresión de un solo ejemplar a la vez bajo demanda, tenemos en el horizonte un catálogo de más de 15 millones de títulos cuyos metadatos se tiene que descargar diariamente y que constituyen, junto con los archivos de impresión, un volumen gigantesco de datos que debemos mover a nivel internacional y esto, pese a los avances tecnológicos, aún no es tan fácil.

Sin embargo, lo que más gusto me dio fue encontrar a cuatro compañeros que trabajaron conmigo en el pabellón Tecnológico que montamos en la FIL de Guadalajara en el 2001 con Heidelberg, Adobe y Apple en alianza con Solar y Ediciones del Ermitaño. Hoy, ellos trabajan en Xerox, Ricoh, Konica-Minolta y Canon. Allí, en esa FIL de inicios de milenio, presentamos la solución completa en materia de impresión digital para la industria editorial así como el futuro que ya visualizábamos encaminado al libro electrónico.

Así las cosas en el mundo de las artes gráficas que sigue revolucionando la manera de producir, distribuir y vender libros en la era digital.