Me preparo para ir a Veracruz mañana, donde se celebrará el Congreso de Libreros Mexicanos (COLIME). Allí estarán muchos de mis amigos con quienes comparto cotidianamente reflexiones en torno al libro y la lectura. Particularmente me dará un enorme gusto abrazar de nueva cuenta a dos de mis cuates a los que veo muy seguido, pero que merecen especial afecto y admiración: Carlos Anaya y Arturo Ahmed. Ambos merecedores del Premio al Mérito Gremial que otorga la CANIEM anualmente. Carlos lo recibió en el 2013, Arturo en el 2014. Los dos son miembros de La Tertulia Editorial. El primero, editor con gran trayectoria y enciclopédica memoria. El segundo, librero de corazón y promotor extraordinario de nuestro quehacer editorial. En esta ocasión voy no sólo como editor, sino también como futuro librero, pues estamos a unas semanas de inaugurar nuestra libería en San Pedro de los Pinos. Estaré coordinando dos talleres, junto con Julián Romero y Alejandro Ramírez. De tema a mí me tocó el del caos. Luego les comparto la truculenta temática. Hoy me despido de Pichi, que se queda a cargo del changarro, con tremendo tambache de textos que deberá dictaminar.