De editoriales “independientes” y escándalos de corrupción: Sexto Piso

Tan “tranquilos” que estábamos y de pronto, ¡sopas, perico!, que aparece esta nota: “Acusan editoriales tapatías que se harían compras a modo a Sexto Piso”. La nota es de Alejandra Carrillo en Mural y Reforma. Y dice así: «Corrupta y a modo es como ven editoriales tapatías como Impronta, Mantis, La Casa del Mago, Petra Ediciones, Arlequín, Paraíso Perdido y La Zonámbula, la convocatoria de licitación que hizo la Secretaría de Administración para hacer una compra histórica, que no se había hecho al menos en los últimos ocho años, de acervo para bibliotecas de Jalisco, cuya administración lleva la Secretaría de Cultura. Esta convocatoria se lanzó el 25 de noviembre, cerca del inicio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que fue el 28 de noviembre y poco después del anuncio de la UNESCO de que Guadalajara sería Capital del Libro en 2022 (4 de noviembre). Según propone serán adquiridos 7 mil 821 libros nuevos para las bibliotecas con recursos del Convenio de Coordinación para el Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura del ejercicio 2020.

Sería, denuncian, una licitación “planchada” a favor de la editorial mexicana Sexto Piso. Se trata de una licitación con cinco partidas de diferentes proveedores para cada paquete de libros, pero en todos hay más de 300 títulos de Sexto Piso.

“La licitación está hecha a modo, está claro por la comunicación anticipada de la servidora pública Esmeralda Foncerrada y lo reflejado en la convocatoria adjunta”, señala la dirección de Arlequín en el correo.

La alternativa que tendrían las editoriales ante esta resolución es denunciar con base en el artículo 51 de poco más de mil 500 libros cada una, marcada con el expediente 2190667, con la referencia DA/267/2020 E45. Aunque no se dio a conocer el monto de la compra.

En un correo electrónico, copiado a más editores tapatíos y a funcionarias y funcionarios de la Secretaría de Cultura al que MURAL tuvo acceso, el editor de la editorial tapatía Arlequín, Felipe Ponce, expuso que el 10 de junio varios editores participaron en un encuentro en el que, a manera de apoyo a las editoriales ante las complicaciones económicas que el coronavirus provocó, se acordó impulsar la compra de los acervos de los editores jaliscienses.

“El 29 de septiembre la encargada de bibliotecas del Estado, Esmeralda Foncerrada, informó a los editores tapatíos que la compra ya estaba en curso, pero que sería a través de la empresa Sexto Piso, debido a que no todas las editoriales locales estaban registradas como proveedoras del Estado, pero que la editorial no se llevaría ninguna comisión”, dice el correo. “A todas luces esa decisión me parecía anómala e inentendible, pues Arlequín y otras editoriales aquí convocadas son proveedoras del Gobierno del Estado de Jalisco y no necesitan de un tercero para vender al Gobierno estatal. Después de esa llamada no hubo ninguna otra comunicación más”.

Además de los libros de las editoriales tapatías, la licitación pide en las cinco partidas títulos propios de Sexto Piso y otros que ellos mismos distribuyen de forma exclusiva como las editoriales españolas Impedimenta, Astiberri Editores, Fulgencio Pimentel y Capitán Swing Libros, la editorial Hueders de Chile y La Caja de Cerillos Ediciones, de Ciudad de México.

Ninguna editorial tapatía en lo individual suma tantos ejemplares como los que dispondría Sexto Piso y sus sellos distribuidos.

Casi la cuarta parte de los libros requeridos en la licitación son títulos de Sexto Piso o distribuidos exclusivamente por el sello. Esto significa que si otra distribuidora quisiera ganar la licitación tendría que comprar cientos de libros a Sexto Piso además de los libros de los editores tapatíos.

En teoría, la Secretaría de Administración podría elegir la Ley de Compras Gubernamentales de Jalisco, que dice que en las licitaciones no se podrán establecer requisitos que tengan por objeto o efecto limitar el proceso de competencia y libre concurrencia.

El fallo de la licitación se debe dar el 14 de diciembre y tendría que ejecutarse antes de que termine este año. En un correo de respuesta al de Arlequín, la secretaria de Cultura Jalisco, Giovana Jaspersen, encarga a Claudia Reyes, titular de la Dirección de Desarrollo Cultural y Artístico, el tema.

Tras la comunicación entre la funcionaria y editores locales, se justificó el porcentaje de libros de Sexto Piso por la intención de fortalecer el acervo infantil de las bibliotecas.

La editorial mexicana Sexto Piso, acusan editoriales tapatías, sería beneficiada para la compra de volúmenes para las bibliotecas estatales.»

¿Será?…