Un proyecto editorial fraguado en LinkedIn entre México y España.

¡Paren prensas! ¿Ya escucharon las últimas noticias? Pues resulta que finalmente el Pichicuaz soltó toda la sopa y nos contó sus primeras aventuras. Desde que era un gatito arrabalero, huérfano de padre y madre, que vivía en un pueblito a las orillas del mar, hasta que llegó a estas tierras ermitañas. “Pichicuaz en la Librería del Ermitaño” es un nuevo libro iluminable que llevaremos a la FIL de Guadalajara.

La contraportada nos da ya una idea de lo que encontrarás en sus páginas: “Adivina, adivinanza, ¿qué tiene el caracol en la panza? Es de sobra conocido que el cangrejo ermitaño busca conchas de caracol vacías para vivir y así protegerse de otros animales y de la intemperie, ¿pero habías oído de un leopardo que hiciera lo mismo? No lo creo, por eso tienes que leer este cuento. Pero no es la única razón. Hay más misterios. ¿Cómo fue que un gatito huérfano aprendió a leer y escribir? ¿De dónde salió aquella enorme biblioteca? ¿Qué descubrió el minino entre tanto libro? Ven y averígualo.”

Bellamente ilustrado por Clara Velázquez Tasis y Arantxa Molina Romero, radicadas en Alicante, España, fundadoras del proyecto “The Lilaz”, el libro usa la familia tipográfica Piccola, diseñada por Jess Alamo, diseñadora gráfica especialista en marca y maestra de tipografía, que participó en el proyecto por recomendación de mi querido amigo Paco Calles que, con esta, es ya la tercera vez que me apoya en estas aventuras editoriales con acento tipográfico después de los dos libros anteriores “Había una vez un punto” y “El detective Baskerville y las familias tipográficas”, también de mi autoría. En fin, que el Pichicuaz está de plácemes. Seguro hay muchos gatitos esperando tomar en sus garras este librito para leerlo e iluminarlo y, quizás, también uno que otro humano…