Recientemente realicé una maravillosa sesión fotográfica con Alejandra Meza, que está ligeramente embarazada. Se sospecha que en unos días nos regalará un maravilloso nuevo ser humano cuyo género aún desconocemos. Nos presentó mi vieja amiga Marlizet, que fue mi vecina, colaboradora y cómplice. Ella también me presentó años atrás a Zhannat, que hoy es una cotizada modelo erótica que arranca suspiros a más de uno.
El caso es que Alejandra, que no se dedica al modelaje, quería tomarse unas fotos que reflejasen la sensualidad de la mujer embarazada. Dedicamos una hora a platicar sobre el tema. Le conté que hace años estuve involucrado en temas de género y salud, lo que llevó, entre otros, a la creación de la mítica Agenda Erótica Femenina, publicada por Ediciones del Ermitaño, famosa entre ONGs de la época, y que en cierta manera me indujo a especializarme en fotografía de desnudo, sensualidad y erotismo. De allí se desprendieron dos proyectos: “Morfosintaxis del desnudo”, una exploración sistemática del cuerpo humano, y “La escritura y el deseo”, retrato de escritores acompañados de la desnudez de modelos. El ejercicio que hice hoy se inscribe en el primero, y probablemente se reflejará en el número 7 de Transgresiones, dedicado a los 50 años del movimiento del 68, que dio luz al proceso de lenta transformación de nuestra sociedad. Como quien dice, tras el 68 parimos democracia. Hoy, parimos fotos padrísimas que ya les compartiré en mi blog, porque Facebook y demás redes andan de una mojigatería de hueva…