Hoy vino Juan Domingo Argüelles a jugar con el Pichicuaz y a revisar conmigo el diseño de uno de sus nuevos libros que vamos a publicar en Ediciones del Ermitaño. Se trata de “Pelos en la lengua”, un libro en el que de manera juguetona muestra que el diccionario de la Real Academia Española es una obra muy chambona que necesita ser podada, raída, desinfectada, purgada y expurgada a fin de conseguir que sea de mayor utilidad para los hipanohablantes. Juan Domingo le hace, de esa manera, un homenaje póstumo a Raúl Prieto, alias Nikito Nipongo, quien en su momento hizo trizas a la RAE en su columna periodística, que por cierto solía yo leer con regularidad. “Con pelos en la lengua” es un diccionario burlón que, además de divertir con su sarcástica prosa, induce a ver la lengua con otros ojos, más críticos sin duda. Me hace recordar las largas pláticas que en su momento sostenía yo en El Colegio de México con Tomás Segovia y Luis Fernando Lara, en los inicios del Diccionario del español de México. Además de esta obra tenemos otra de Argüelles en preparación. Ambas estarán listas para la FIL de Guadalajara. Durante nuestra reunión, y como buen amante de los gatos, Juan Domingo jugó y persiguió al Pichicuaz por las oficinas. Por su parte, el Pichi lo mordisqueó, arañó y lamió y prometió cuidar con particular meticulosidad la edición de sus libros.