Dos meses atrás envié unas reflexiones a la comunidad de editores y gestores culturales que, en mi opinión, siguen siendo válidas. Reflexionaba entonces, como lo hago hoy, que la muerte de el Mane, injusta y violenta como muchas de las que asolan a nuestro país, pasó casi desapercibida fuera de una pequeña parte de la comunidad cultural y académica en México. Y eso que El Mane era un personaje conocido. Si tan pronto pareciera apoderarse de nosotros la resignación y el olvido, cuando se supone que somos gestores culturales y que por tanto tenemos cierta incidencia sobre una parte de la opinión pública, cómo vamos a sorprendernos de que tantos, tantos muertos en esta guerra fraticida pasen simplemente a formar parte de la numerología de una sociedad cada vez más acostumbrada a la barbarie, cada vez más deshumanizada. Por eso propuse realizar un homenaje a nuestro amigo y compañero en la inauguración de EDITA, que sería su espacio natural por las actividades que realizaba.
En mi opinión, lo reitero, no hay más camino que el de la lucha por un genuino cambio educativo y cultural en nuestro país. Cuando muchos preguntan “y concretamente… ¿qué podemos hacer?”, aflora una respuesta que quizás parezca fácil, pero no lo es: redoblar los esfuerzos en el frente cultural, abrir puertas para un genuino debate en torno a la transformación que necesitamos impulsar, y no olvidar nunca a nuestros muertos. La solidaridad debe ser parte de nuestra cultura. Y hoy tenemos un compromiso solidario con este país que nos da cobijo. El compromiso de contribuir a esa transformación que poco a poco el mundo entero está buscando.
No tengo, no tenemos la ecuación perfecta, ni lo pretendo. Pero sí podemos contribuir cada uno de nosotros con nuestro granito de arena. Cuando, años atrás, iniciamos el proyecto de la RIPAC (Red Independiente de Proyectos Artísticos y Culturales) teníamos eso en mente. Vincular a los gestores culturales para fortalecernos mutuamente dentro de ese marco de enorme debilidad en el que un sistema cerrado a la cultura nos ha confinado. De igual manera dimos inicio a otros proyectos, como el del ILLAC (www.illac.com.mx) y el de la RIEPA (www.riepa.org), enfocados a vincular a los editores independientes, siempre pensando que hay más que nos une a todos que lo que nos separa. Y EDITA es un espacio presencial idóneo para demostrarlo.
Hoy, en que recordamos con cariño y con tristeza al amigo, los invitamos a reflexionar sobre esta época en que nos ha tocado vivir. Quizás es aparentemente poco lo que podemos hacer hoy, de manera concreta, para impulsar un cambio. Pero pueblos que apenas meses atrás tenían una situación aparente mucho más desesperante que la nuestra se han lanzado con todo y han logrado derribar dictadores. Ya llegará nuestra hora de deshacernos de quienes valoran tan poco la vida y, con la vida, la educación, la cultura, la investigación, la ciencia y la tecnología.
Recordemos a nuestros muertos. Recordemos a nuestros amigos asesinados. Recordemos, hoy, a El Mane.