Ya en mi estudio ambos me pidieron algo de tomar, preferiblemente alcohólico. Estaban nerviosos. Así que les abrí una botella de vino blanco y los dejé tranquilos mientras se preparaban, pues deseaban maquillarse. Tardaron mucho en hacerlo. Tanto, que comencé a sospechar que estaban entregados a lúbricas actividades en el baño. Finalmente bajaron. Carla con su cabello morado y unos hermosos y expresivos ojos profusamente pintados. César optó por maquillarse levemente el rostro con un ligero tono blanco. Así las cosas, iniciamos con una breve explicación de mi técnica.
Generalmente busco que quienes modelan se muevan en el escenario según lo que mejor les venga y les permita sentirse cómodos con su desnudez. En este caso, pronto descubrí que ambos venían en tesitura cachonda. Más que posar para mí, querían vivir una experiencia de pareja. Al menos esa impresión me dieron. Así que traté de acomodar las cosas de tal manera que eso se diera y fluyera. Comencé por escoger la música. Carla me dijo que deseaba escuchar algo de piano, así que seleccioné las piezas anotadas y armonizadas por Thomas de Hartman bajo la dirección del filósofo ruso George Gurdjieff. Se trata de piezas que combinan música sacra y variaciones folclóricas que suelen despertar fuertes emociones en momentos propicios. Quizás no lo más adecuado para una pareja que a primera vista uno identificaría más que nada con la corriente punk. Pero la selección fue acertada, y poco a poco Carla y César se fueron “clavando” en sí mismos, en sus sensaciones, en su sensualidad, olvidándose a veces por completo del objetivo mismo de la sesión y de mi presencia. Sin embargo, con el manejo de la cámara y de la luz que me caracteriza, logré arrancarles algunas imágenes que creo memorables. Fue, además, muy grato conocer a esta singular pareja de jóvenes creativos entusiastas.
Como siempre, uno de los primeros en conocer el resultado fue mi querido amigo y feroz crítico Arturo Pizá, extraordinario fotógrafo de quien no dejo de aprender. Por supuesto, nuestros estilos son distintos. A él no le gustan mis contrastes tan exacerbados, los negros tan contrastantes. Algo similar me ha comentado mi buen amigo y maestro Saúl Serrano. Por supuesto, no les he hecho nunca caso. Pero, como no soy fundamentalista, acordé con Arturo explorar pronto otras técnicas haciendo uso del flash y el “beauty dish” del que el fotógrafo Jack Merridew ha hecho uso con tanta maestría y excelentes resultados. A fin de cuentas, de eso tratan estos ejercicios: de búsquedas creativas cuyas infinitas posibilidades no lo dejan a uno de sorprender.
Sesiòn fotogràfica con ALEJANDRO ZENKER (EDITOR Y FOTÒGRAFO)(MÈXICO):”SERES GATO SOBRE RASO NEGRO”
Acostumbrados a vestirnos con nuestras mùltiples capas de piel, nosotros: humanos, a menudo tememos al desnudo ante seres desconocidos. Acostumbrados a disfraces nos olvidamos de esa esencia que es ùnica, una sola piel. U …n solo tacto.
Acostumbrados a escondernos tras màscaras, a menudo tememos ante la posibilidad del espejo o del prisma,de un lente que descubra cada una de nuestras dudas, enigmas, poros, que descubra nuestros màs ìntimos secretos, nuestra capa de piel màs interna. Y para ello, solo hay un modo posible de traspasarlo y lanzarse al vacìo, dar el siguiente paso: Desnudarse y ser desnudado.
(FUNDIDO A NEGRO)
Vino blanco, mùsica de piano (?),plumas, unos zapatos de tacòn, un guante de raso negro y nosotros…Poco a poco adentràndonos en nuestro mundo felino, dos seres gato unidos de nuevo en una ceremonia de erotismo y elegancia provocadora…nosotros dos y èl: Alejandro Zenker, que tras el lente parecìa oculto entre los matorrales, esperando con su luz roja el ritmo de un nuevo movimiento dulce, del suave crujir del raso sobre la piel. Y en esos instantes, al disparar con su proyectil visionario, provocaba que los dos felinos entraran y se adentraran cada vez màs en su mundo de caricias, besos, mimos, maullidos, poco a poco, muy poco a poco (susurros)… aumentando el latido de dos corazones “serenos en su intimidad” que seguìan sintièndose solos, en comunìòn con ese otro ojo proyectado sobre ellos.
Si hay lìmites entre el amor eròtico y la sexualidad, entonces nosotros, los seres gato, tuvimos que marcarlos…porque si de la càmara o de nuestra sensibilidad hubiera dependido, tengo por seguro, que aquello hubiera acabado en un salvaje acto sexual, en un rugido final de placer extremo. En un ronroneo eterno que entre el blanco y el negro de las sombras y las siluetas clamaba a la magia de la lluvia y la luna.
Acostumbrados entonces a la calidez desnuda de nuestras pieles, nosotros, seres gato, danzamos la ceremonia de la alquimia entre dos cuerpos y un ojo desnudo y desnudado.
por Carla Sais (Taràntula)
Escritora, artista multidisciplinar y reportera española.
http://www.myspace.com/espejosconcavos
Julio 2010. Mèxico DF.Ver más
Agradezco tus palabras. La serie tiene algunas imágenes notables.
Oye, ¿Jack Merridew?
La verdad puede parecer quizá un poco fuerte mi comentario, peor para mi un desnudo es poesía de piel y una suave brisa y a la vez un torbellino imparable, pero siempre poesía y específicamente estos me parecieron burdos y hasta feos , mediocres, el juego de luz y sombra es PERFECTO sin embargo los modelos distan mucho de presentar algún tipo de belleza y no es que considere belleza a alguien de medidas de acuerdo a cánones establecidos, sino que los modelos están presentados en una forma demasiado agresiva, lo que le resta belleza al todo del álbum que has deseado crear, hay imágenes que se ven demasiado grotescas por ejemplo algunas imágenes de besos que son demasiado feas a mi parecer.
La sensualidad , el erotismo es belleza y si la idea era reflejar el erotismo a partir de la esencia felina, ciertamente que fue burdo y se desvanece la idea dentro de la rudeza de la expresión de los modelos y de las imágenes, lo siento es mi parecer,por lo demás el juego de luz y sombra, la presentación en blanco y negro es maravillosa.