Proyecto Waitman, por El Golem

Artículo publicado por Joaquín Lloréns, alias El Golem, en la revista cibernéticawww.espacioluke.com, de España.

Recientemente, Alejandro Zenker (A-Z; Alfa-Omega; Editor-Fotógrafo; Blanco-Negro;Jeckyl-Hyde), el hombre de las dos caras, me puso sobre la pista de un proyecto artístico para adultos que, cuando menos, tiene interesantes posibilidades y mucho de experimental: el proyecto WAITMAN, impulsado por Waitman Gobble, webmaster de Ujena, web especializada para fotógrafos y modelos. Waitman, hombre de potentes impulsos creadores, ha comenzado en febrero pasado a desarrollar una nueva y un tanto provocativa idea: Musicalizar orgasmos femeninos anónimos.

La idea, así de pronto, me trajo a la cabeza alegres resonancias juveniles del J’taime moi non plus de Birkin y Gainsbourg y del Romeo and Juliet de Malcolm Mclaren, así que decidí darme un paseo por www.explicious.com. Creo que la visita merece la pena. En general, Waitman basa su música en ritmos de percusión, guitarras eléctricas y sonidos electrónicos, consiguiendo envolvernos en un ambiente más opresivo y vanguardista que erótico. La evolución positiva del proyecto es evidente escuchando sus creaciones, disponibles sin ninguna restricción para todo aquel que tenga interés. A pesar de que el resultado incide de forma evidente en la faceta musical, su audición en la sala de espera de una consulta médica, a buen seguro que nos haría movernos algo inquietas en las sillas y sería un divertido ejercicio contemplar la evolución de las miradas entre las personas allí reunidas. Waitman es, sin duda, atrevido y, pese a que la idea de yuxtaponer música y gemidos no es nueva, sí lo es el llevar a cabo un proyecto de largo recorrido basado en dicha idea. Escuchando sus canciones uno puede sentir con claridad la conexión entre placer y dolor, entre el ritmo planetario y la cadencia de la existencia humana. En algunas, los ritmos de obsesiva repetición nos envían de vuelta a aquel climax en bucle del “Proyecto Brainstorm” de la malograda Natalie Word; en otras, los ecos evidencian cierta deuda con el maestro Andrew Blake; el piano, como en “909”, nos desliza en una atmósfera de ensoñación; en 20080206, la guitarra logra una melodía relajante e hipnótica; en “Jersey”, como contrapunto, los sonidos son puros puñetazos sin concesión a nuestros oídos; en otros, por último, como en la primera parte de “m4”, Waitman nos hace reverberar el latido de un guerrero indio alrededor de la hoguera ceremonial. Personalmente, echo de menos el atrevimiento de mezclar en ellos instrumentos de orquesta clásica –cuerda, metal u órgano catedralicio- que podrían aligerar algo la, en ocasiones, sofocante atmósfera de abisal mazmorra psicotrópica (como en la segunda parte de “m4”) y, por qué no, la yuxtaposición de algún orgasmo masculino, como se atisba en uno de sus temas. Pero el proyecto está aún en fase inicial, y el artista es quien decide; no seré yo quien se atreva a enmendarle la plana. Mientras tanto, animo a mis lectoras a que se apunten a participar de forma anónima en tan aventurado proyecto. A una no todos los días le musicalizan los orgasmos.

Por su parte, Alejandro Zenker, editor y traductor mexicano de sólido prestigio, apasionado de la incorporación de las nuevas tecnologías al mundo de la edición, da rienda suelta a su lado más intrépido, personal y oscuro, en su faceta como fotógrafo. Dentro de su Mr. Hyde, destaca su osada iniciativa “La escritura y el deseo”, donde retrata a una modelo desnuda junto a un escritor, como forma de enfrentamiento de los protagonistas con su sexualidad y su erotismo. Es en este lado más tenebroso, y a la vez más libre, del académico Zenker donde, en una nueva vuelta de tuerca, se ha incorporado al proyecto WAITMAN con su veterano entusiasmo habitual, aportado imagen al sonido. Incorporando fotografías en slide de sus sesiones fotográficas a la música de Waitman, el proyecto da un paso más, ganando en profundidad, estilismo y complicidad. Desgraciadamente, y a pesar de que Internet está llena de pornografía accesible a cualquiera que tenga interés, Zenker se ve asediado por esa doble moral tan presente en los estamentos públicos y continuamente sus videos artísticos se ven censurados con auténtica pacatería, por lo que quizás os cueste acceder a sus actuales aportaciones sobre Panlovia, O Invasión, Make me y Explicious.

Aún en un estado embrionario, la empatía y sinergia creativa de estos dos artistas, promete darnos momentos de éxtasis sónico-visuales. Os seguiremos de cerca.

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