Texto base para la revista Quehacer Editorial: propósito y lineamientos
Con la finalidad de propiciar la reflexión en torno a los problemas que nos afligen en estas épocas de cambio creamos la revista Quehacer Editorial. En los últimos años, de drásticas transformaciones tanto tecnológicas como económicas, todos hemos visto surgir y desaparecer proyectos editoriales. Hay mucho movimiento en nuestro campo y grandes preocupaciones. Estoamos convencidos de que somos los propios protagonistas del quehacer editorial quienes tenemos que buscar alternativas, nuevos caminos para fortalecer nuestra industria. Sin embargo, los editores estamos orientados más a juzgar y publicar los textos de otros, que a generar y dar a conocer los propios. A veces falta tiempo, a veces falta la convicción de que tenemos cosas que decir a nuestros colegas, que compartir con ellos.
Desde nuestra trinchera de inquietudes profesionales hemos planteado cuatro grandes estrategias que hay que impulsar para fortalecer nuestro medio y que enunciamos brevemente:
1. La revista Quehacer Editorial (versión impresa y versión electrónica)
2. La creación del Instituto del Libro y la Lectura, A.C. (ILLAC) como institución académica cuyo objetivo general es realizar y fomentar la investigación, la docencia y la difusión en materia de las ciencias del libro y de los procesos y hábitos de lectura.
3. El impulso de la formación profesional de editores a nivel universitario.
4. La organización de un congreso anual de todos los participantes en el quehacer editorial.
La revista es, pues, un primer paso. A lo largo de los últimos años hemos tenido oportunidad de conversar con infinidad de colegas. De una u otra forma, al abordar los diversos tópicos, las preocupaciones son similares. Los foros que hemos abierto necesitan de sus colaboraciones para nutrir nuestras reflexiones con contenidos escritos. Con objeto de incitar a la escritura, nos hemos permitido elaborar un breve guión en torno a los temas centrales que abordaremos en nuestras publicaciones, con algunas preguntas que bien pueden motivar la reflexión y la escritura.
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LAS PREGUNTAS ABIERTAS
1. El libro: hay que concebirlo y escribirlo
El autor enfrentado a nuevas circunstancias. Ser exitoso en estas épocas es asunto no sólo de talento, sino también de suerte. ¿Cómo enfrentan, perciben, los autores esta situación? ¿Escriben por necesidad creativa o por un afán lucrativo? ¿Qué espera el autor del editor? ¿Qué espera el escritor del gobierno? ¿Qué está dispuesto el autor a dar y hacer más allá del texto? ¿A promocionar su libro? ¿Cómo concibe su propia misión para generar el gusto por la lectura y fomentar su hábito?
2. El libro: hay que traducirlo
La función y los retos del traductor en el quehacer editorial. ¿Es el traductor a su vez un autor o sólo un prestador de servicios profesionales? ¿En ese sentido todo libro traducido debería concebirse como coautoría? ¿Merece por tanto el traductor percibir regalías más que un pago por servicios? ¿Cuál es el futuro de la traducción en virtud de las tecnologías cada vez más sofisticadas de traducción automática, semiautomática o interactiva? ¿El traductor de libros requiere capacidades distintas del traductor de documentos en general? ¿La traducción de libros de temas técnicos o especializados requiere de un traductor con conocimientos técnicos o de un revisor técnico de la traducción o de ambos? ¿El autor tiene derecho a revisar la traducción y a influir en ella? ¿El editor tiene derecho a modificar la traducción o atenta contra los derechos de autor del traductor si éste no consiente en dichas correcciones o modificaciones? ¿Se debe traducir a una lengua genérica (“español genérico”) o a un lenguaje regional más específico? ¿Cómo normar la terminología en una época de rápidos cambios tecnológicos y conceptuales y de globalización científica, técnica y cultural?
3. El libro: hay que editarlo
El editor en un nuevo entorno económico, político, cultural y social. ¿Qué es un editor? La función del editor, ¿es meramente lucrativa? ¿Cuál es su misión? ¿Cómo se concibe, percibe el editor en esta nueva época? ¿Cómo define el editor esta época? ¿Cómo impulsar la publicación de libros necesarios pero no lucrativos? ¿Cómo atender necesidades propias de la diversidad social y cultural? ¿O buscar una homogeneización? ¿Cómo competir en este mundo de la globalización? ¿Cómo garantizar la supervivencia de proyectos independientes sin que sean absorbidos por las grandes corporaciones o sucumban ante la imposibilidad de competir? ¿Cuál es la viabilidad y misión del editor pequeño y mediano? ¿Cuál debe ser la formación profesional del editor? ¿Es necesario que el editor tenga una capacitación continua? ¿Debe el editor estar familiarizado con las tecnologías tanto tradicionales como nuevas para tomar decisiones?
4. El libro: hay que diseñarlo
El diseñador ante una cultura visual. ¿Cómo re-concebir el diseño del libro? ¿Hay que mantener las normas tipográficas tradicionales o buscar nuevos paradigmas en el libro impreso en papel? ¿Cómo impulsar un diseño de libro electrónico que responda a parámetros rigurosos que propicien la lectura, tal como fueron concibiéndose por siglos para el libro impreso en papel? ¿Cómo conciliar en materia de diseño el interés del lector con el del editor (mayor legibilidad vs. menor costo)?
5. El libro: hay que corregirlo
La batalla contra la errata. ¿Cómo congeniar la urgencia con que hoy se editan los libros con el cuidado con que hay que preparar un libro? ¿Desplaza la tecnología al corrector? ¿Modifica la tecnología la labor del corrector? ¿Siguen siendo necesarias tantas lecturas (original, galeras y planas)? ¿Es la labor del corrector una especialidad del quehacer editorial? ¿Son distintas las habilidades necesarias en un corrector de original que en un corrector de pruebas (galeras y planas)? ¿Quién dicta las normas? ¿Cómo se establecen las normas particulares de una editorial? ¿Qué cambia en el caso del libro electrónico?
6. El libro: hay que tipografiarlo
La revolución tipográfica. ¿Sigue siendo válido hablar del “tipógrafo”? ¿Son necesarios los conocimientos de tipografía para la elaboración de un libro? ¿El perfeccionamiento de los programas de composición tipográfica hace innecesarios los conocimientos de tipografía? ¿De qué manera incide un adecuado manejo tipográfico (elección de familia, puntaje, interlínea, caja, etc.) en la facilidad de lectura de un texto? ¿Aplican las mismas normas tipográficas del libro con soporte papel al libro electrónico? ¿Cuál es el futuro de la tipografía?
7. El libro: hay que prepararlo
La diversidad de destinos. ¿En qué ha cambiado el paradigma de la preprensa? ¿La multiplicidad de destinos posibles (negativos, directo a placa, impresión digital, libro electrónico, etc.) hacen necesario concebir una nueva especialidad (quizás “ingeniero en preparación de archivos digitales”)? ¿Qué hacer ante el vacío en la preparación profesional de quien tiene a su cargo esta labor en virtud de los avances tecnológicos y la complejidad creada?
8. El libro: hay que imprimirlo
La transformación tecnológica. ¿Es necesario que el editor conozca las tecnologías tradicionales y nuevas? ¿Cómo incide el conocimiento de las tecnologías existentes en la toma de decisión del editor y en la viabilidad de su empresa? ¿En el caso de los libros, la impresión digital en tiros cortos es económicamente viable para un negocio editorial? ¿De qué manera conviven y se complementan los tiros “largos” tradicionales con los tiros cortos? ¿Prevalecerá el libro impreso sobre papel vs. el libro electrónico? ¿Qué nuevos paradigmas arroja la impresión en el mundo globalizado donde las distancias tienen cada vez menor importancia ante precios cada vez más competitivos incluyendo costos de transporte e importación?
9. El libro: hay que encuadernarlo
El libro como objeto de consumo y no de culto. ¿Cómo ha evolucionado la encuadernación del libro? ¿Se ha convertido de arte en ciencia, en tecnología? ¿Cómo sobrevivirá el libro encuadernado en pasta dura ante el abaratamiento del libro rústico? ¿Continuará el cosido a hilo de los libros frente al mejoramiento del hot melt? ¿Qué innovaciones tecnológicas hay en puerta en materia de encuadernación? ¿Qué perspectivas tiene la evolución de la encuadernación ante el advenimiento del libro electrónico?
10. El libro: hay que distribuirlo
El eterno cuello de botella. ¿Cuál es la causa de los deficientes mecanismos de distribución en México? ¿Cómo solucionar las deficiencias en materia de distribución del libro tanto a nivel nacional como internacional? ¿Puede haber un sistema eficiente y lucrativo de distribución? ¿Cómo crear sistemas de distribución que consideren no sólo las novedades, los libros de texto y los best- sellers, sino todo el acervo editorial? ¿Puede ponerse a disposición del público lector todo el acervo editorial vivo? ¿Cómo? ¿Cómo crear sistemas de distribución eficientes de libros producidos en tirajes cortos? ¿Cómo evitar la mediatización de los gustos y hábitos de lectura entre la población como causa de la limitada capacidad de distribuir títulos y de la inevitable selección de títulos más comerciales por parte del distribuidor? ¿Es la distribución vía Internet la única solución posible para hacerle llegar el catálogo de libros vivos a toda la población independientemente de su lugar de residencia?
11. El libro: hay que promoverlo
La promoción del libro y del hábito de la lectura. Si se ha de promover un libro en particular, ¿no está en interés del editor promover el hábito de la lectura en primer lugar? ¿Cómo se crean hábitos de lectura entre la población? ¿A quién corresponde impulsar medidas tendientes a crear esos hábitos? ¿Al Estado, al gremio editorial? ¿Es posible pensar en una población lectora de libros en una época de medios de comunicación masiva, de la TV y los DVD? ¿Qué debe leer la población? ¿Debe leer algo en particular? ¿Es razonable y apropiado establecer directivas de lectura (como “los 100 libros más importantes”)? ¿Hay que pugnar por una cultura homogénea, o hacerle justicia e incluso pugnar por el enriquecimiento de la diversidad? ¿Cómo promover UN libro en medio de los millones de títulos existentes? ¿Cómo crear mecanismos que permitan una promoción del libro no basada en la capacidad económica del editor sino del valor del libro? ¿Cómo puede promover exitosamente un libro una editorial independiente frente al poder de las editoriales trasnacionales? ¿Hay fórmulas para promover, junto con un libro, la lectura en general?
12. El libro: hay que venderlo
La desaparición de las librerías. ¿Cómo llegar al lector en países como México, donde la tendencia ha sido hacia la desaparición de las librerías? ¿Son los rincones de venta de libros y revistas en las tiendas departamentales una opción? ¿Qué sucedió con el librero que sabía orientar al lector? ¿Cómo compensar la desaparición del librero profesional? ¿Debe construirse la actividad del librero de manera profesional con formación académica? ¿Qué hacer ante la imposibilidad de tener en exhibición en librerías la totalidad de los títulos “vivos” de las editoriales? ¿Son las librerías un negocio rentable en un país con un marcado índice bajo de lectores? ¿Puede y debe hacer algo el Estado al respecto? ¿O las librerías están condenadas a convertirse en entidades cibernéticas en Internet? Por tanto, más que crear nuevas librerías, ¿el reto está en computarizar y conectar a la red a la totalidad de la población? ¿Cómo combinar la venta final del libro con la promoción de hábitos de lectura? ¿Qué nuevos paradigmas de venta de libros hay en el horizonte? ¿El café del lector, el rincón de lectura en el restaurante? ¿Ante semejante panorama, tiene futuro el libro con soporte papel frente al libro electrónico?
13. El libro: hay que leerlo
Cuando la lectura deja de ser una necesidad. ¿Es necesario leer libros? ¿Por qué, para qué? ¿No constituye una nueva forma de “lectura” ver una película o la televisión? ¿Tiene futuro la lectura? ¿Dónde y cómo se inicia el ciclo de la formación del lector? ¿En la familia? ¿En la escuela? ¿Cómo promover condiciones adecuadas en el inicio de la cadena? ¿Cómo enfrentar las dificultades de lectura ante la falta de condiciones idóneas, como lo es la buena alimentación, el lugar adecuado y las condiciones físicas básicas de iluminación y calma? ¿Cómo mejorar las condiciones de edición, cómo adecuarlas a las necesidades de la población contra la tendencia a hacer del libro algo cada vez más económico y, por ende, muchas veces poco legible y placentero? ¿Cómo generar el hábito de la lectura? ¿Cómo mantener ese hábito? ¿Cómo financiarlo?
14. El libro y las nuevas tecnologías
Presente y futuro de las artes gráficas. ¿Cuáles son las tendencias tecnológicas que inciden en la producción de libros en el campo de las artes gráficas y que debe conocer el editor? ¿Qué opciones tecnológicas están emergiendo? ¿Cómo incorporarlas al quehacer editorial? ¿Puede un editor convertirse en impresor? ¿Debe hacerlo? ¿Qué tendencias tecnológicas cuestionarían la supervivencia del libro impreso sobre papel? ¿Cómo debe una editorial prepararse para sobrevivir los cambios tecnológicos? ¿Puede una editorial actualizarse a la velocidad de los cambios? ¿Cuál es la curva de aprendizaje y de amortización de inversión en nuevas tecnologías? ¿Hay estándares visibles o seguirán compitiendo diversas plataformas? ¿Cómo tomar decisiones tecnológicas estratégicas? ¿Puede un editor navegar independientemente o debe buscar sólidos socios tecnológicos? ¿Qué socios tecnológicos hay y cómo operan? ¿Existe el “largo plazo” en materia tecnológica? ¿Qué tan largo puede serlo?
15. El libro requiere profesionales
La profesionalización del quehacer editorial. ¿Puede seguir siendo el quehacer editorial un oficio que se transmite de maestro a aprendiz? ¿O requiere acciones tendientes a la profesionalización, es decir, a la capacitación vía instituciones académicas? ¿Puede profesionalizarse el quehacer editorial? ¿Cómo impulsar la profesionalización? ¿Cómo imponer socialmente la aceptación del editor y sus especialidades como profesiones? ¿Es el quehacer editorial objeto de una sola profesión o su complejidad obliga a dividirlo en varias especializaciones? Si ese fuera el caso, ¿cuáles especializaciones podemos identificar? ¿Cuáles requiere el mercado? ¿Hay mercado para profesionales emergidos de una carrera académica en materia editorial? ¿Qué tan grande es ese mercado? ¿Qué tan urgente es iniciar la preparación de profesionales?
16. El libro y las ciencias que lo sustentan
El quehacer editorial como ciencia. ¿Podemos concebir el quehacer editorial como una ciencia, es decir, como conocimiento exacto y razonado? ¿Podríamos hablar entonces de la ciencia del libro? ¿O componen los conocimientos implícitos en todo el quehacer editorial varias ciencias? ¿Cuáles son los conocimientos implícitos en el quehacer editorial? ¿Qué especialidades podríamos identificar? ¿Cómo avanzar en pos de una ciencia del libro? ¿Puede un Instituto del Libro y la Lectura de carácter académico fungir como rector en la labor de la articulación de la ciencia del libro? ¿Quiénes podrían concebirse como los “científicos” del libro? ¿Cómo formarlos? ¿Cómo impulsar una labor sistemática de estructuración de conocimientos fundamentados en el estudio?
17. El libro y la formación académica de profesionales
Hacia una docencia de las ciencias del libro. ¿Cómo concebir la profesión del editor? ¿Como una licenciatura, un posgrado? ¿Puede iniciarse la formación de un editor a partir de los conocimientos adquiridos en la preparatoria o son insuficientes los conocimientos culturales adquiridos hasta ese nivel? ¿O debe concebirse la formación en ciencias del libro más bien como una carrera de carácter técnico? En ese sentido, ¿qué sería un profesional del libro? ¿Quién sabe cómo hacerlos? ¿Se puede formar a quien decide qué editar? ¿Habría por tanto quizás que distinguir diversos niveles de especialización: técnico, licenciatura, posgrado, siendo este último el nivel donde se adquirirían los conocimientos necesarios para tomar decisiones de mayor peso en una empresa o entidad editorial (lo que hoy conocemos como “editor”)? ¿Cómo estructurar el currículum de la carrera? ¿Cuáles serían sus componentes, sus materias? ¿Cuál su estructura lógica? ¿Cuál la didáctica adecuada? ¿Qué relación habría entre teoría y práctica? ¿Cómo incorporar el aspecto práctico? ¿Debería incluir prácticas de campo? ¿De qué naturaleza y extensión?
*azh enero de 2003