Dos amigos imaginando una exposición sobre pasado, presente y futuro del libro para el 2017

Para hablar sobre una exposición en torno al pasado, presente y futuro del libro en México, que tendrá lugar en el 2017, me reuní con José María Espinasa, director del Museo de la Ciudad de México. Me invitó a aportar ideas y a participar en la organización particularmente de la parte que tiene que ver con el libro y las nuevas tecnologías. Yo hice un ejercicio de esa naturaleza en el 2001 en el marco del Pabellón Tecnológico que organicé en la FIL de Guadalajara cuando era asesor académico de la misma. Fue un experimento interesante. Mi idea era generar un espacio que sirviera para vincular a todos los actores del libro en un ejercicio de acercamiento con el lector. Quienes tuvieron oportunidad de vivir esa experiencia recordarán que llevamos equipo de impresión digital en negro y a color, equipo de acabados (guillotina, encuadernadora) y que mostramos cómo la palabra del escritor llega finalmente, a través de una serie de actores del quehacer editorial, al lector. En esa ocasión no sólo mostramos lo que era factible hacer en ese presente, sino que adelantamos lo que sería el futuro. Como aliados llevamos a Heidelberg y su división digital (que años después pasaría a manos de Kodak), a Adobe, que presentó el Content Guard y su Content Server, y a Apple, que nos dotó del hardware necesario para mostrar el futuro. El espacio fue muy didáctico y a muchos les abrió las perspectivas, si bien más fueron los que cerraron ojos y entendimiento a lo que se avecinaba. Pocos años más tarde aparecieron el Kindle y la iPad que comenzaron a transformar el mundo. Yo estoy convencido de que podemos y tenemos que crear espacios museográficos que de manera amena muestren pasado y presente del libro y la lectura, pero que también abran los ojos y la imaginación para visualizar ese futuro que podemos y debemos construir de la mano con las nuevas generaciones. El caso es que recorrimos los pasillos y espacios del Museo de la Ciudad de México y dejamos que fluyeran las ideas. Será un año interesante el que nos espera con la entrada del 2016, a lo largo del cual edificaremos proyectos para el 2017 con la mirada puesta en el infinito… y más allá.